Internationale Weinlogistik GmbH / HAWESKO Holding AG (Alemania)

Preparación de pedidos con transmisión eléctrica

En el Humidor o almacén climatizado para vinos hay aproximadamente 18 °C todo el día con una humedad ambiental constante del 65 %. Hay incontables sensores que miden y controlan de manera permanente los valores exactos, puesto que la temperatura y la humedad ambiental son factores de calidad decisivos en el almacén de vinos de la empresa IWL Internationale Wein Logistik GmbH, que se encuentra en Großen Moorweg en Tornesch, cerca de Hamburgo. Aquí se almacenan en 23 000 estantes con palés miles de vinos y champanes de gran calidad, así como regalos y otros productos alimenticios y no alimenticios. «Desde estos almacenes B2C (de empresa a consumidor) servimos a clientes finales privados, la media de pedidos es de dos cajas o 24 botellas, el volumen anual de envíos asciende a unos dos millones de cajas», indica Frank Göbels, director gerente de IWL. Desde febrero de 2012 circulan 45 carros para preparación de pedidos KT4 de Wanzl «drive» con una quinta rueda y transmisión electrónica que permiten preparar los pedidos de manera manual a través del almacén; en el verano de 2013 tuvo lugar una segunda entrega de otros cinco carros. En una fase piloto de planificación de dos años Wanzl desarrolló junto con el cliente de Tornesch un modelo especial del carro para preparación de pedidos KT4 «drive» con estantes de varilla situados oblicuamente.

Frank Göbels: «Hemos incluido a los empleados encargados de la preparación de pedidos en el proceso de desarrollo, hasta 25 operarios probaron durante semanas los prototipos de Wanzl; posteriormente, procedimos con la fase de optimización». «Los 45 primeros carros para preparación de pedidos KT4 "drive" de Wanzl nuevos y con transmisión eléctrica sustituyeron hace dos años a los carros manuales que se empleaban hasta entonces; esto fue como pasar de la bicicleta al coche», afirma Zekeriya Karakol, directora de producción del centro de logística de IWL en Großen Moorweg. En el buje de la quinta rueda, insertado debajo del centro del carro, se ha integrado un motor eléctrico que casi no requiere reparación y es poco propenso al desgaste y que permite manejar el carro sin que se salga de su recorrido, de manera segura y sin esfuerzo. La velocidad máxima alcanza, en función de la carga, hasta los 6 km/h. El accionamiento eléctrico puede funcionar con varias velocidades y se puede controlar a través de dos pulsadores basculantes instalados en el tubo del mango para diestros y zurdos. En IWL los carros por lo general se arrastran, «lo que permite a los empleados tener siempre el campo de visión delantero libre, reduciendo así el peligro de accidentes», afirma Frank Göbels. Una potente batería de polímero de litio proporciona energía al accionamiento. «En IWL los carros funcionan sin pausa durante 10 horas, que es lo que dura de máximo un turno de trabajo». Después, se cambia la batería sin problemas y se vuelve a cargar con rapidez.