Además de la familia fundadora, Wanzl, que acuña el nombre de la empresa durante generaciones, la familia Miller también forma parte de la animada historia de la empresa. El padre Xaver (78), el hijo Xaver júnior (52) y el nieto Christian (26) de esta familia de Kirchheim (Alemania), han nacido en épocas y circunstancias diferentes, pero tienen algo en común: han pasado y pasan su vida profesional en Wanzl. ¿Y cómo ha ocurrido esto? Casualidades, unión y Wanzl como garantía para un puesto de trabajo seguro, todo suma. El 19 de abril de 1960, el mayor de la familia empezó una lechería en Kirchheim, en lo que era entonces una quesería, que rápidamente se convirtió en un taller. En un espacio reducido, los doce trabajadores se aseguraban de que el alambre metálico se soldara perfectamente y fuera irrompible después de trabajarlo con los métodos tradicionales de soldadura fuerte con plata. Con el paso de los años, en los que Wanzl seguía evolucionado y expandiéndose, hasta llegar a la actual fábrica 3 altamente automatizada en Kirchheim, la vida profesional siempre se caracterizó por una fuerte unión. Por un lado, porque en un pueblo pequeño todo el mundo se conoce. Por el otro, porque los Miller aprecian que Rudolf Wanzl haya dedicado su vida a la empresa 365 días al año, con pasión y sin pausa.
No era nada raro, cuentan Xaver sénior y júnior, que Rudolf Wanzl apareciera en el taller con nuevo material: «¡Tengo una idea!». Debido también a ese espíritu innovador y a los retos que conlleva, Xaver Miller júnior se mantiene fiel a la empresa desde 1979, actualmente como jefe de departamento. Puesto que Wanzl siempre representa un puesto de trabajo estable, se alegró de que también su hijo Christian empezara su carrera profesional en Wanzl en 2007. Christian también cuenta hoy en día con su diploma de maestro artesano, como su padre. Trabaja como constructor en el taller de cerrajería y maquinaria. Los tres reconocen que la evolución de la empresa familiar a una empresa industrial es imparable y necesaria para mantenerse a la vanguardia en el entorno competitivo actual. Y, a pesar de eso, los valores familiares que los unen han permanecido intactos. Por eso es muy probable que, en el futuro, el hijo de Christian también lleve el logotipo azul en su ropa de trabajo...