Menos burocracia para una mayor competitividad

El 9 de junio Alemania elige a sus diputados al Parlamento Europeo. Como preludio de las elecciones, los diputados de la Unión Social Cristiana de Baviera Thorsten Freudenberger (distrito electoral de Neu-Ulm) y Jenny Schack (distrito electoral de Günzburg) visitaron Wanzl en la sede de la empresa en Leipheim. El 3 de mayo pudieron comprobar en persona la capacidad de rendimiento de Wanzl y hablaron con Oliver Weirauch, presidente de la gerencia de Wanzl, sobre la influencia de la Unión Europea en la empresa familiar con actividad internacional.

Wanzl es una importante empresa a nivel mundial con 11 centros de producción internacionales en 7 países, 27 filiales de ventas y unas 50 sedes de representación. Es además líder en innovación de soluciones para el comercio y también se dedica a las áreas de negocio de intralogística, sistemas de acceso, aeropuertos y hoteles. La empresa bávaro-suaba sigue siendo fiel a sus raíces y, por lo tanto, también invierte continuamente en la modernización de sus sedes alemanas. Así pudieron corroborarlo Thorsten Freudenberger y Jenny Schack durante su visita guiada a la fábrica IV de Wanzl en Leipheim. «La producción de hasta un millón de carros de autoservicio al año me ha impresionado por su automatización», ha destacado Thorsten Freudenberger, y Jenny Schack, por su parte, ha señalado: «Wanzl es un buen ejemplo del éxito de nuestras medianas empresas en esta región y, por lo tanto, son embajadores de la fortaleza de nuestras empresas locales más allá del distrito de Günzburg». Durante la visita surgió una y otra vez la pregunta de qué significa la relación de tensión política-ecológica entre el centro económico de Alemania y la Unión Europea para medianas empresas como Wanzl. Oliver Weirauch, Thorsten Freudenberger y Jenny Schack intercambiaron información al respecto tras la visita guiada a la fábrica. «Antes de la visita, escuché lo que tenían que decir diferentes departamentos de nuestra empresa. Lo fundamental: existen demasiadas normativas por parte de la UE, algunas demasiado complejas, a veces paralelas a las ya existentes en Alemania, y eso genera una enorme carga burocrática. Esto va en detrimento de nuestra competitividad en comparación con empresas de otros países. Además, las normativas que incluyen aspectos excesivos dificultan el cumplimiento de directrices fundamentalmente razonables; por ejemplo, en cuanto a las cadenas de suministro, los estándares laborales y de empleo o la huella de CO₂. Nos gustaría que las leyes y normativas obligatorias para todas las empresas fueran más proporcionadas y estuvieran armonizadas», ha asegurado Oliver Weirauch. Jenny Schack se ha mostrado de acuerdo: «La tarea de la política es facilitar a las empresas las condiciones marco para el éxito económico. Debemos volver a prestar más atención a este principio: no solo hablamos de la reducción de la burocracia, sino de que se simplifiquen aspectos muy concretos». Thorsten Freudenberger ha añadido: «Nos tomamos muy en serio las preocupaciones legítimas de la economía. Al mismo tiempo, una empresa como Wanzl, que opera en toda Europa, se beneficia enormemente del mercado único europeo, que queremos fortalecer».