En la mejor ubicación de Praga, en la plaza de Wenceslao, Julius Meinl ha abierto un negocio: 2600 m² de productos gourmet en tres plantas de estilo modernista y en un edifico protegido como patrimonio, que los expertos vieneses de Wanzl han reformado y equipado.
El edificio era antiguamente un banco. Por ello, hubo que cambiar todos los canales de suministro y el mobiliario del establecimiento, así como los mostradores y la iluminación, que hubo que planificar y montar de nuevo. El edificio es patrimonio protegido, con sus lámparas de estilo modernista, la ornamentación típica de la época, la decoración, los techos y los suelos de mármol, de modo que las autoridades también tenían algo que decir al respecto. Una barra de ónice, mostradores integrados de manera coherente y el uso exclusivo de muebles de madera y vitrinas son parte integrante del concepto de gran calidad de Julius Meinl, que hubo que tener en cuenta durante los trabajos y que ha dado lugar a un conjunto que ofrece una experiencia de compra única.
Nada más entrar el cliente se encuentra con escaparates iluminados con LED de dos colores y vitrinas curvas en las que se presentan productos excepcionales. El atrio de dos plantas, atravesado por puentes de cristal semitransparentes, es el corazón del edificio. Se han utilizado diferentes zonas de productos para agrupar todo esto. Por ejemplo, la sección de vinos, la exclusiva confitería, los mostradores de quesos y carnes dirigidos a paladares gourmets, o la zona de dulces y cafetería, en la que Meinl presenta los productos de su propia marca. También la variedad de productos de ultramarinos satisface a los más exigentes y se prestan en estanterías de madera noble, fabricadas en exclusiva para Julius Meinl. La oferta se redondea con un bar y un restaurante a la carta con sus exclusivos bancos y asientos reclinables, que al igual que todo el mobiliario, fueron diseñados, suministrados e instalados por Wanzl.
