Wanzl es un socio comercial internacional y, como es bien sabido especialmente en el sector, una de las empresas de galvanización más grandes de Europa. Tras el gran incendio que tuvo lugar en febrero de 2012, Wanzl ha remodelado completamente sus instalaciones de galvanización en la planta IV de Leipheim en los dos últimos años. Hoy las unidades de galvanización vuelven a operar a pleno rendimiento.
En cuestión de minutos, las cestas de los carros de autoservicio se sumergen en el baño de galvanización. Las condiciones que imperan son «electrizantes»: la corriente fluye y refina las superficies de las cestas de los carros en el baño de electrólisis con una capa protectora de zinc, que resulta óptima para una larga duración del producto y del brillo, y es resistente a las condiciones meteorológicas y a la corrosión. Junto a las unidades de galvanización en zinc operan otras dos unidades nuevas de galvanización en cromo en la planta IV de Leipheim. En esta fase los productos para las zonas interiores, como las instalaciones de entrada y salida, guías de clientes, estanterías y mesas para ofertas, reciben un baño de cromo de alto brillo. Hoy, dos años después del gran incendio ocurrido en Wanzl, las nuevas unidades de galvanización funcionan en tres turnos a pleno rendimiento como una de las instalaciones de recubrimiento de superficies más grandes de Europa.
Retrospectiva: en febrero de 2012 las instalaciones de galvanización de Wanzl sufrieron un gran incendio. Presuntamente, la causa del incendio fue un cable que sufrió una descarga eléctrica. 18 unidades de bomberos con 200 voluntarios, ayudados por la Cruz Roja y los efectivos técnicos de protección civil evitaron que las llamas se propagaran por toda la fábrica de Wanzl, y todo ello bajo unas condiciones complicadísimas y con unas temperaturas de -15 °C. En el verano de 2012, Wanzl donó 100 000 euros a los grupos de voluntarios. «Con esta donación queríamos agradecer a los voluntarios su gran labor», afirmó Gottfried Wanzl, director gerente del grupo empresarial Wanzl. Inmediatamente después del incendio, se recurrió a las instalaciones de galvanización en las plantas I y II en Leipheim, la planta III en Kirchheim e instalaciones galvanizadoras externas para contribuir a la seguridad de producción y suministro de Wanzl. «Fue un trabajo de cooperación codo con codo en el que toda la familia Wanzl arrimó el hombro y reaccionó de manera flexible para evitar que se produjeran problemas a la hora de cumplir las entregas», recuerda Gottfried Wanzl.