Para hacer negocios exitosos en el continente africano, se necesita, además de paciencia y perseverancia, sobre todo una gran capacidad de improvisación y predisposición para hacer cosas no convencionales. Así que Wanzl tenía que acabar con el escepticismo en Sudáfrica acerca de la capacidad de los carros de autoservicio de plástico, y rápido. El jefe de exportación no reflexionó mucho tiempo: ¡Boom! ¡Aterrizó con ímpetu en el carro! Verdaderamente, este argumento con un hombre adulto de unos 85 kilos debería haber bastado, pero nada más lejos de la realidad:
una de las clientas presentes lo imitó inmediatamente y se sintió visiblemente bien en el vehículo de plástico alemán. Se hicieron fotos con entusiasmo y se documentó la calidad de los carros de autoservicio de Wanzl. Hasta el día de hoy, se ha establecido este procedimiento especial como «la ITV de los carros de autoservicio en África». De hecho, otros países empezaron a probar los productos de Wanzl exhaustivamente, por ejemplo, en Suiza: los ingenieros cargaban un carro de autoservicio de Wanzl con el peso de un elefante y lo estrellaban contra la pared a 120 km/h. También resistían esta y otras pruebas de carga. Las «escenas peligrosas» de los objetos: ¡la calidad de Wanzl está a la altura!