La nueva pista de hielo de la pequeña ciudad suaba de Burgau se ha convertido en una exquisita joya. Todo resplandece, todo brilla: la superficie de hielo, la luminosa fachada de ventanales y el nuevo sistema de entrada, la Galaxy Gate. Se ha invertido en comodidad, ambiente y trabajo de calidad con la ayuda de los vecinos. El moderno control de entrada proviene de la innovadora empresa Wanzl, cuya sede está a solo 15 minutos de Leipheim. «El nombre Wanzl es sinónimo en todo el mundo de productos de alta calidad y orientados al cliente. Cuando nos llegó la oferta de la Galaxy Gate, nos decidimos de inmediato», explica Werner Mihatsch, jefe de obras de la ciudad de Burgau. Ya sea por la princesa de hielo, los veloces patinadores o los hachas del hockey, los asistentes aprecian la cómoda y fiable entrada. En la carcasa de la Galaxy Gate hay un lector combinado integrado, que puede leer tanto tarjetas RFID como códigos de barras. Los visitantes escanean su permiso de acceso rápidamente y el estadio abre sus brazos. La diversión sobre el hielo puede comenzar. A este respecto, Mihatsch afirma: «Las largas esperas en la entrada transmiten poca profesionalidad y dificultan un transcurso ordenado. Con la Galaxy Gate garantizamos a todos los visitantes del estadio una entrada estructurada y sin complicaciones». El mecanismo de entrada totalmente automático ofrece aún más ventajas, ya que el acceso se realiza de forma completamente autónoma. Así, los clientes pueden ahorrar tiempo y la ciudad, recursos importantes. Sus trabajadores pueden preocuparse por el bienestar de los visitantes, centrándose en lo más importante: el estadio.
Planificación flexible para una primera impresión perfecta
La Galaxy Gate se adapta de forma óptima al ambiente acogedor del estadio: «Para nosotros, la pista de hielo es un punto de encuentro. Aquí, los niños aprenden a patinar sobre hielo, los patinadores practican sus piruetas, los jugadores de hockey persiguen el disco y se celebran fiestas sobre la pista de hielo regularmente. Los visitantes deben sentirse a gusto desde que entran a la pista de hielo y deben querer volver», declara Mihatsch sobre las exigencias en la zona de entrada. Con su diseño atractivo e intemporal de acero inoxidable y vidrio de alta calidad, la Galaxy Gate produce justo este sentimiento de bienvenida. Al mismo tiempo, su estructura compacta irradia confianza.
Para que el elegante mecanismo de entrada cumpla su cometido de forma eficaz y servicial, bajo la carcasa de acero inoxidable se esconde pura alta tecnología. «Para el control de entrada, la empresa Wanzl nos ha ofrecido todas las unidades de autorización habituales, como lectores de tarjeta RFID, lectores de códigos de barra o comprobación mediante teléfonos inteligentes mediante las llamadas interfaces OSDP (Protocolo de Dispositivo Abierto Supervisado, Open Supervice Device Protocol). Finalmente nos decidimos por un práctico lector combinado», declaró Mihatsch explicando una importante decisión durante la fase de planificación. La flexibilidad y las soluciones personalizadas distinguen a la Galaxy Gate. Las dimensiones y la anchura de paso ajustables a las arquitecturas de los edificios variables facilitan la planificación y la instalación. Así, se garantiza un acceso sin obstáculos para personas en sillas de ruedas, cochecitos de bebé y asistentes con bolsos voluminosos. Mihatsch habla maravillas de la buena colaboración: «Desde la planificación hasta la entrega y la instalación, la empresa Wanzl es un socio excelente. Todo ha funcionado de forma fluida». De esta forma fluida también funciona la Galaxy Gate, y la ciudad de Burgau se alegra por los bajos costes de mantenimiento, así como por un magnífico servicio al cliente.