La EuroShop es desde hace décadas la feria internacional líder del sector. Y también la entonces joven empresa Wanzl dejó su huella en la primera feria de 1966 en Düsseldorf, para generar pedidos y hacer contactos. En aquel momento, cada visita a una feria suponía grandes costes. Por eso, todo el equipo de Wanzl se alojó en una humilde pensión. Allí se dividían en habitaciones dobles y se refrescaban en baños compartidos.
Poco antes de que acabara el primer día de la feria, el encargado de compras de una gran cadena de muebles sueca hizo su aparición. Por aquel entonces, la atmósfera de la feria era todavía bastante familiar. Estaban «entre ellos» y las conversaciones eran, por tanto, personales. Es por eso que el visitante manifestó que estaba desesperado porque no encontraba habitación en ningún hotel y no sabía dónde dormir. Inmediatamente se le propuso arreglar una de sus habitaciones de la pensión y que otro compañero pudiera pasar la noche en una cama supletoria con sus compañeros. Las políticas de cumplimiento por aquel entonces no se tenían muy en cuenta, así que el encargado de compras aceptó la afectuosa oferta con una sonrisa de alivio. Consiguió la habitación de la pensión y seguro que soñó con el equipo de Wanzl.